Las aguas negras son las principales causantes de la contaminación de nuestras aguas. Los países en vías de desarrollo se caracterizan por un manejo sanitario convencional y centralizado del agua, hecho que ha sido criticado por varios motivos- grandes inversiones, altos costos operativos y de mantenimiento, enorme consumo de agua y contaminación de ríos y mares.
No debe sorprender, por tanto, que la visión alternativa del saneamiento, antes confinada a salas de reuniones, está ganando espacio en el resto del mundo civilizado.
El Baño Seco propone un acercamiento holístico hacia un saneamiento ecológica y económicamente prudente. Está basado en el principio del reciclaje, a través del aprovechamiento y recuperación completa de todos los nutrientes de las heces, orina y aguas grises (agua del lavaplatos y bañera), para beneficiar la agricultura y minimizar la contaminación del agua. Experiencias exitosas con el uso de Baños Secos las encontramos en México, China, Alemania, Guatemala, España, Dinamarca, Chile y Venezuela. Esta tecnología ha sido catalogada como “buena practica” en el concurso Habitat II de Las Naciones Unidas.
El baño seco o ecológico es un sistema de disposición de excretas, que separa la orina y las excretas in situ, por medio de una taza separadora. No usa agua para su operación y precisamente por eso no presenta malos olores. Solamente ocupa agua para el uso del lavamanos, urinario y ducha. Ahorra el 50% del agua que se usa con un baño tradicional. El sistema se basa en la alternancia de sus dos cámaras, mientras una está en uso, la otra permanece en reposo en proceso de descomposición, con la ayuda de arena, cal y/o aserrín.
La materia fecal queda separada de las aguas grises, orina y suelo, permitiendo así su descomposición en una de las cámaras aisladas del ambiente. Cuando la cámara en uso se llena a 2/3 partes de su capacidad, se cambia la taza a la otra cámara, se sella herméticamente y se deja reposar de 12 a 16 meses, para obtener abono orgánico. En la cámara hermética de compostaje, el volumen de las excreciones humanas se reduce un 95% en una masa inodora y sin elementos patógenos. La orina pasa por un proceso de tratamiento de nitrificación en la cámara de compostaje y se convierte en un fertilizante rico en nitrógeno, inodoro y estable.
La sabiduría popular aconseja que los excrementos deben ser eliminados, pero los defensores del Baño Seco, argumentan que los excrementos, cuando usados científicamente, pueden transformarse en un recurso que podría usarse como guarnición para mejorar la producción agrícola y para optimizar la calidad del suelo. Steven A. Esrey, defensor del Baño Seco, escribe: “Los nutrientes contenidos en los excrementos son a menudo de mejor calidad que los fertilizantes comerciales, que por cierto tienen consecuencias dudosas a largo plazo”. Esrey también destaca los tres principios fundamentales del Ecosan: “Previene enfermedades y promueve salud al remover los excrementos ricos en patógenos del medio ambiente inmediato. Es ambientalmente eficaz, ya que no contamina las aguas subterráneas ni usa escasos recursos acuiferos. Y tercero, crea un recurso valioso que puede ser productivamente reciclado de vuelta al medio ambiente. Con el tiempo, si el excremento es almacenado apropiadamente, se transformará de un producto perjudicial en un bien productivo.”
En la India, la directora del Centro de Ciencia y Ambiente, Sunita Narain, escribe: “En el sistema tradicional de inodoros, el agua es usada no sólo para limpiar el inodoro, sino para transportar las heces. Una familia de cinco con el sistema tradicional de inodoro, contamina más de 150 mil litros de agua para transportar 250 litros de excremento en un año. En su lugar, los excusados secos producen 500 kilogramos de abono y 5.000 litros de fertilizante al transformar el excremento y la orina de una familia de cinco miembros en un año. Debemos reconocer que el agua es un recurso vital que no debe ser usado para transportar heces y orina, estas deben ser manejadas lo más cerca posible de su fuente y además podemos usarlas como un recurso agrícola y no como desechos.”