SÓLO EXISTEN DOS SISTEMAS DE AGRICULTURA

El Sistema de Agricultura Industrial con su variante la Agricultura Orgánica Certificada, forman parte de aquellos sistemas que arrastran al agricultor a una GUERRA CON LA NATURALEZA, haciendole creer que animales, hierbas, insectos, y microbios son sus enemigos, y que solo existen para obstaculizar el objetivo económico de su emprendimiento, y de ahí en fuera, no tienen ningún otro propósito de existir. Por consecuencia, esos agricultor solo conocen una salida: destruir, matar o en el mejor de los casos, excluir a sus enemigos, de su agrosistema.

Los agricultores dentro de este sistema se reconocen por su lenguaje bélico:  combaten plagas, están en lucha,  usan cidas (agrotóxicos u orgánicos) para matar insectos, acaban con los microbios, protegen su agricultura (de enemigos).

Estos sistemas fueron diseñados para gastar mucha energía, recursos y dinero en tal GUERRA (los del agricultor, claro está), los cuales pueden llegar a representar, en los emprendimientos más intensos, hasta 80% de sus costos

Los segundos son los sistemas que SE INTEGRAN EN LA NATURALEZA, para los cuales TODA expresión de vida en un agrosistema cumple una función, la cual suma a la construcción del bien común, del sostenimiento del ecosistema, y la evolución de la vida en general a lo largo del planeta. Estos Sistemas, integrados a la Naturaleza, actúan con la consciencia de que nada estorba a la productividad del agrosistema cuando se trabaja como un organismo único, por el contrario, cada elemento es indispensable para los procesos naturales, por medio de los cuales, la energía de la naturaleza crea los servicios ambientales que hacen falta para hacer realidad la sustentabilidad:

  • humificación de la materia orgánica,

  • retención de la humedad,

  • capacidad de capilaridad del suelo,

  • flujo de nutrientes y minerales,

  • disponibilidad de elementos básicos,

  • balance de la macro y microbiodiversidad.

La diferencia entre un Sistema de Agricultura y el otro, no está en el tipo de tecnología o de insumos que el agricultor utiliza, sino en su consciencia acerca de su posición dentro de la Naturaleza en la que existe, y por supuesto del tipo de relación entre él y el resto de los elementos que integran la totalidad en la tierra y el cosmos.

La función del ser humano es más que el de un depredador de los insectos o microorganismos que se presentan en su agrosistema. Para esta labor existen miles de organismos dentro de la cadena trófica que realizan dicha labor de depredadores.

El ser humano tiene la capacidad de interactuar, de comunicarse con el agrosistema o el Holón y dar  instrucciones a fin de que los seres vivos más adecuados para cualquier tarea que se requiere dentro de su unidad de producción, la lleve a cabo.

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